HISTORIA DE ROMA
INDRO MONTANELLI
Una ciudad fundada según el mito
por los ciudadanos exiliados de Troya crecerá desde una aldea hasta convertirse
en la mayor urbe que el mundo ha conocido. “Historia de Roma” hace un análisis
de la ciudad eterna y rebusca en sus orígenes la causa de su grandeza, Roma fue
inicialmente un pueblo que ciertamente pudo proceder de una migración desde
Europa central (descartando el origen de Asia Menor y griego) que pronto fue
colonizada por etruscos y que tuvo inicialmente un sistema monárquico en el que
se distinguen las dinastías de los reyes agrarios y los reyes mercaderes (etruscos),
el reino de la ciudad de Roma alcanzaría su cenit con Tarquino el Soberbio
quien conquistaría la región circundante. La expulsión de este rey iniciaría la
República la cual atravesaría desde su fundación circunstancias desesperadas:
La alianza de Porcena, el saqueo de Roma, la invasión de Pirro, La primera
guerra Púnica, Aníbal y la segunda guerra púnica, la invasión de los cimbrios y
los teutones, etc. En la historia de la República romana aparecerán
frecuentemente los muchos Escipión, Bruto, Flavios entre otras importantes
familias romanas así como el prestigioso senado romano. Mario llegaría a
convertir el ejército romano en una fuerza profesional al reformar la milicia
convirtiendo a los soldados en ciudadanos-mercenarios. Las guerras civiles desangrarían
los últimos años de la república disminuyendo la influencia política del senado
y en algunas ocasiones tomándolo como solo un acompañamiento. En el transcurso
del libro veremos personajes como Cayo Mario, Sila, Pompeyo, Julio Cesar, Marco
Antonio, Agripa y Octaviano. Sería este último quien iniciaría el imperio, la
primera fase de esta es conocida como el Principado. Indro Montanelli narra
también los sucesores de Octaviano (Augusto), los tenemos amantes del teatro
como Nerón, pocos cuerdos como Calígula, taciturnos como Tiberio, amantes de las
luchas de gladiadores como Cómodo, estoicos como Marco Aurelio, sacerdotes como
Heliogábalo, entre otros. La época de prosperidad no dura mucho y se ve los
esfuerzos de los emperadores por detener la debacle, Adriano, Constantino,
Juliano entre otros dirigen ejércitos personalmente para combatir los bárbaros.
Por último se ve un imperio agotado por las luchas, con un número de
mercenarios que es mayoría en los ejércitos, un senado que ya no posee
influencia ni prestigio y emperadores que cada vez menos frecuentan Roma
decidiendo al final la partición del gobierno pero no del imperio porque al
menos en teoría el Imperio Romano era indivisible. En las últimas escenas vemos
a generales como Estilicón, Rufino y Flavio Aecio quienes a pesar de no ser
romanos sirven al imperio casi patrióticamente. El final del libro es la caída
de Roma, la ciudad sería tomada por una banda de Hérulos que depondrían a un
emperador no reconocido por su par de oriente: Rómulo Augústulo. Este suceso
marca el final de la edad antigua pero no el fin del Imperio Romano, el cual
vivirá mil años en la edad media siendo conocido por la Histografía moderna
como Bizantino. Pero esta es otra historia.
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